Consejos de expertos

Diabetes tipo 1 y Enfermedad Celíaca

La enfermedad celíaca, o simplemente celiaquía, es una patología del sistema inmune que afecta entre el 0,5% y el 3% de la población general. Se caracterizada porque la persona no puede consumir gluten pues su intestino delgado resulta dañado. El gluten es una proteína presente en el trigo, el centeno y la cebada. Hoy en día también puede hallarse en suplementos vitamínicos y minerales, y también en algunos medicamentos.

Cuando una persona con celiaquía consume gluten su sistema inmune reacciona atacando las vellosidades al interior del intestino delgado. Las vellosidades son las encargadas de absorber los nutrientes de los alimentos: las proteínas, las grasas, los hidratos de carbono, las sales minerales y las vitaminas.

La enfermedad celíaca puede generar problemas digestivos serios evitando que el cuerpo se nutra adecuadamente, lo que puede llevar a anemia, esterilidad y huesos débiles y quebradizos entre otras afecciones.

Dentro de los síntomas más comunes de la celiaquía están el dolor de estómago, hinchazón, diarrea, cansancio extremo, cambios en el estado de ánimo, pérdida de peso, salpullido y crecimiento lento en el caso de los niños.

Por cierto que hay casos en los que alguien puede estar enfermo y no tener sintomatología aunque en la mayoría de los pacientes se presentan uno o más síntomas.

Como algunos de los síntomas son comunes a otras enfermedades se diagnostica con exámenes sanguíneos y una biopsia intestinal.

¿Cómo se trata?

Consumiendo una dieta sin gluten. Con eso el intestino delgado sanará. Si se consume gluten, vuelven los síntomas y el daño.

¿Y la relación de la enfermedad celíaca con la diabetes tipo 1?

La diabetes tipo 1 ha ido aumentando su prevalencia a nivel mundial, llegando algunos estudios a mostrar incrementos anuales cercanos al 5%. Probablemente esto quiere decir que tanto factores ambientales como genéticos están relacionados y su combinación produce la aparición de la enfermedad.

La diabetes mellitus tipo 1 (DM 1) está definida como una enfermedad autoinmune y por sí misma está considerada como de mayor riesgo para desarrollar enfermedad celíaca en relación a la población general.

La frecuencia de la asociación de diabetes tipo 1 y celiaquía es de 4,4%, lo que quiere decir que aproximadamente 4 de cada 100 pacientes con DM1 tendrán la enfermedad.

Hay estudios que muestran que una alta tasa de pacientes con DM 1 diagnosticados muy precozmente desarrollan celiaquía y otras patologías autoinmunes.

Investigaciones recientes revelan que pacientes con celiaquía expuestos al gluten tenían un número mayor de anticuerpos anti-islotes pancréaticos (ICA, los que producen la insulina) que los no expuestos. Así también es posible que un paciente con diabetes tipo 1 con mal control metabólico pueda tener como origen una celiaquía no diagnosticada.

Remitiéndonos a las recomendaciones de la Asociación Americana de Diabetes (ADA) es importante hacer una búsqueda exhaustiva de celiaquía en los primeros 5 años posteriores al diagnóstico de la diabetes, y espaciarla luego a cada 3 años.

Vivir con celiaquía es un tremendo desafío, que si lo sumamos al hecho de tener diabetes tipo 1 lo vuelve casi una tarea titánica. Sin embargo hoy son enfermedades tratables y que bien manejadas permiten una buena calidad de vida a quienes las portan. Si bien la disponibilidad de productos sin gluten todavía no alcanza el ideal sí hay una oferta interesante.

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