En este mes de noviembre del año de la pandemia en el que abundan los desafíos, la visibilización y los esfuerzos por concientizar a la sociedad respecto de la diabetes, no es menos cierto que también vemos a quienes tratan de “normalizar” una frase, como gurús, para insistirle a la feligresía que no se dejen definir por la diabetes, que somos mucho más que una enfermedad.
Qué duda cabe. Somos personas antes que enfermos.
Pero ir por ahí con el discurso que suele poner en entredicho cómo han decidido vivir otros… Pues creo que debería ser etapa superada.
Hace muchos años escuché más de alguna vez decir a alguien que no concebía su vida sin la diabetes tipo 1 que le tocó. Era casi como un “amo mi diabetes”.
Qué raro, pensaba yo. Amar algo que te puede dañar tanto era raro, para mi al menos.
Durante mucho tiempo, mi carta de presentación en eventos de pacientes y cosas parecidas en las que me tocaba participar eran mis años con diabetes y la frase “…la diabetes no me define, pero ayuda a entenderme.”
El tiempo ha pasado, y no en vano. Me he hecho mayor, mucha insulina ha entrado a mi cuerpo. Y honestamente hoy no puedo concebir mi vida, lo que soy y lo que busco en el futuro, sin mi diabetes.
Hay otras muchas cosas que me definen. Por supuesto la familia de la que vengo, la familia que he ayudado a construir, la cultura y el tiempo en el que nací y crecí. Mis gustos personales… y así suma y sigue. Pero tan importante como aquello es mi diabetes.
Mi diabetes define absolutamente el mundo en el que me desenvuelvo hoy, el mundo en el que decidí voluntariamente desenvolverme. Nadie me obligó, solo se fue dando.
Mis mejores amigos están acá. La fuente de inspiración de la mayoría de mis acciones están acá.
Si tú estás acá, leyendo, es porque o eres de mi familia, eres parte del circulo de la gente que quiero y me quieren… o llegaste buscando algo de lo que cuento respecto de la diabetes. Vivo diabetes, respiro diabetes. Me apasiona hacer lo que hago, difícil de entender por muchos. Sentirme aportando un grano de arena para hacer de este mundo un lugar mejor para quienes serán diagnosticados antes que llegue la cura me hace feliz.
Y no tengo ninguna intención de hacer cambiar de opinión a alguien que diga que su diabetes no lo define. ¿Quién soy yo para hacer eso? NADIE.
No pontifico. Como no soy profesional de salud, tengo mucho cuidado con lo que comparto. Siento una responsabilidad grande. Si alguien leyéndome puede sacar alguna lección para mejorar su diabetes, bien. Si puedo asumir el liderazgo responsable de alguna acción que signifique mejorar nuestra condición , lo haré sin lugar a dudas. Lo siento como un deber.
¿La diabetes te define? Perfecto.
¿La diabetes no te define? Perfecto.
¿La diabetes ayuda a entenderte? Perfecto.
Respeto ante todo, antes de todo.
Marcelo.-